IGNACIO PÉREZ
FUÉ MAITRE EN INGLATERRA, CANADÁ, ESTADOS UNIDOS Y DEL
RESTAURANTE "COMPOSTELA", DE SAN JUAN DE PUERTO RICO
"EN CASA DE UNO SE COME MEJOR QUE EN MUCHOS RESTAURANTES"
“NO SOY DE FAST FOOD. PREFIERO UN BOCATA DE JAMON"
CON DIEZ AÑOS, EN MOUGÁS, LEYÓ COMPLETO EL QUIJOTE
Ignacio Pérez con su esposa y su hija Rocio del Mar, hace unos dias, en Washington
En su parroquia natal de Mougás, ayuntamiento de Oia, famosa por su banda de música de finales del mil ochocientos, su gran fiesta equina -“o curro”- de cada segundo domingo de junio, sus castros romanos y sus petroglifos, fue donde, con diez años, llegó a leer el Quijote, animado por el maestro de la aldea, Don Victor, al que no ha olvidado nunca. De aquella niñez tranquila y feliz recuerda también las fábulas de Samaniego y algunas otras lecturas, pues los libros –reconoce- siempre le gustaron mucho.
Tenia diecisiete años cuando se trasladó a Ourense para trabajar en el Hotel Roma, donde no tardó en ascender, dadas sus cualidades para el mundo de la hostelería, y, al año, era trasladado al mejor hotel del grupo, el Universal de Vigo. Allí coincidiria con uno de los grandes profesionales de la hostelería de Galicia, el también pontevedrés José Campo, hoy director general del complejo Caribe Hilton en San Juan de Puerto Rico.
Eran tiempos del servicio militar obligatorio e Ignacio Pérez González lo cumplió en el arma de Artilleria en Pontevedra y Cabo Silleiro, muy cerca de casa. Fue una circunstancia que aprovechó para plantearse su futuro, que iba a pasar, primero, por la vuelta al hotel vigués y, al año, por su primera salida al extranjero, dado que al norte de Inglaterra requerían sus servicios en un hotel de campo, cerca de la ciudad de Bristol. Allí aprendió los secretos del buen profesional de servicio en las mesas, hasta que, año y medio mas tarde, en otro establecimiento, lo nombraron maitre, o jefe de sala.
De aquella etapa en Inglaterra guarda los mejores recuerdos. Era muy joven y aquel mundo era muy distinto al de su Galicia del alma. Pero su ideal no era quedarse en la isla, sino vivir en los Estados Unidos, lo que entonces aún era mas difícil que hoy. Por eso, decidió dar un paso intermedio y trasladarse a Canadá, donde primero trabajó en un club de golf y, finalmente, en dos de los mejores restaurantes de Toronto. Pero le faltaba la experiencia empresarial y en esta ciudad fue cofundador del Café Madrid.
Fue entonces cuando decidió volver a Galicia para tomarse un mes de descanso, aunque, al final, tuvieron que ser nueve, pues se rompió la clavícula en un accidente. Al final, volvió a Toronto, visitó Nueva York y pensó en conocer Puerto Rico, donde tenia un amigo. No contaba con que, al dia siguiente de tomar tierra en el aeropuerto de San Juan, iba a conocer, en la popular discoteca Wine Cellar, a la profesora Hilda Velez, que se convertiria en su esposa nueve meses después. Ya no regresó a Toronto. Restaurantes como el Hostal Castilla y el Don Pepe le reclamaron como maitre. Luego fue socio del Costa Brava. Y, finalmente, dedicó dieciséis años de su vida profesional al Compostela, al que le siguen asociando, pues dejó una estela de señorio, clase y profesionalidad.
Retirado de la profesión, el gran maitre internacional de Mougás sigue pendiente de su tierra y hablando su lengua, cuarenta y siete años después de su salida, y vive unos días muy felices porque su hija, Rocio del Mar, ingeniera y abogada, acaba de completar en Washington un master en propiedad intelectual. Se emociona hablando de ella. Por lo demás, tras sus experiencias en España, Inglaterra, Canadá y los Estados Unidos, ha llegado a la conclusión de que en casa de uno se come mejor que en muchos restaurantes. “Por ejemplo –dice-, el cocido que prepara mi hermana Olga es excepcional. No lo mejora nadie. Y nada de fast food. Es preferible un buen bocadillo de jamón”.
Ignacio Pérez, a la puerta del Restaurante Compostela, con José Rey
SUS GUSTOS
ARTES Y LETRAS
Canción: “Un canto a Galicia”, de Julio Iglesias.
Disco: Francisco canta a Luis Mariano.
Película: “Lo que el viento se llevó”, de Victor Fleming.
Libro: “La catedral del mar”, de Ildefonso Falcones.
GASTRONOMIA
Vino: Alión, de la Ribera del Duero.
Queso: Manchego.
Plato: El cocido de mi hermana.
Restaurante: “Compostela” en Puerto Rico y “Los Abetos” en Nigrán.
OCIO
Automóvil: Mercedes.
Deporte: Tenis.
Televisión: Deportes y noticias de España.
Radio: No.
Hobbie: Internet.
LUGARES
Para vivir: Puerto Rico.
Para veranear: Mougás.
Ciudad: Nueva York.
NOMBRES PROPIOS
Político: Felipe González.
Deportista: Nadal.
Escritor: Camilo José Cela.
Modisto: Los gallegos.
ESTACIÓN DEL AÑO
La primavera, porque hay vida.
FRASE O REFRÁN
Al mal tiempo, buena cara.
(Publicado en el diario EL CORREO GALLEGO. Santiago de Compostela, 2011)
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