BOYAS Y ARTEFACTOS
FLOTANTES
NAVEGAN SOLOS DE LA COSTA
DE
ESTADOS UNIDOS A LA DE
GALICIA
UNA BOYA
METEOROLÓGICA LLEGÓ HACE UNOS DIAS DESDE LA FLORIDA A LIRA, CARNOTA. ANTES
LLEGÓ A LAXE, DESDE PUERTO RICO, UN YATE FRANCÉS SIN TRIPULACIÓN. Y UNA BOYA
DEL U.S. COAST GUARD NAVEGÓ A LA DERIVA DESDE VIRGINIA, EL ESTADO DONDE
COSECHAN VINO ALBARIÑO
Hace unos meses, un yate de bandera francesa navegaba sin tripulación, a la deriva, desde la costa de Puerto Rico hasta
la de Galicia y era llevado por un pesquero al puerto de Laxe, en la provincia
de A Coruña. No era el primer artefacto flotante que hacia el viaje sin gastar
combustible y sin gobierno de ningún tipo entre la costa estadounidense y la
costa española de Galicia. Ni va a ser el último, por lo visto. Ahora mismo,
una boya meteorológica del NOAA americano ha aparecido varada en la costa de
Lira, ayuntamiento de Carnota, también en la provincia coruñesa, después de
recorrer al garete más de siete mil quilómetros –por entendernos en lenguaje
terráqueo, porque en la mar hablamos siempre de millas náuticas- a través del
Atlántico norte.
DESDE LA FLORIDA
Lo más llamativo del caso
es que la Administración
Nacional Oceánica y Atmosférica del Servicio Meteorológico Nacional de
Estados Unidos, conocido por NOAA, dejó de recibir los datos de la boya
meteorológica 41010, que es la que apareció varada en las piedras de la costa
gallega, hace muchos meses y desde entonces nada sabia de su paradero.
Según
ha trascendido, la estación meteorológica se soltó de sus anclajes en la costa de Florida el
17 de febrero del año pasado y puso rumbo a la costa gallega, encallando un año
después en la punta Os Remedios, de Carnota. Desde el pasado marzo, los
técnicos no sabian nada de su paradero. El artefacto flotante estaba fondeado a
unas 120 millas de la costa de Florida, que los estadounidenses pronuncian
Flórida, con acento en la primera vocal.
DESDE
PUERTO RICO
A
finales de octubre del año pasado, el yate “Camais”, de bandera francesa, era
encontrado a la deriva, sin nadie a bordo, en la costa de Galicia y llevado al
puerto coruñés de Laxe, al norte de Camariñas. Poco después se sabia que,
cuatro meses antes, la tripulación de un petrolero había rescatado a sus tripulantes en aguas
de responsabilidad de Estados Unidos y los había trasladado a Puerto Rico. Desde
entonces, el velero, de doce metros de eslora y casco blanco, navegó sin
gobierno por el Atlántico hasta que un pesquero gallego lo encontró a unas
35 millas al norte de A Coruña.
DESDE VIRGINIA
A principios de febrero de
2001, una boya del U.S. Coast Guard –el Servicio de Guardacostas de los EE.UU.- llegaba a la costa gallega después de siete meses de haber sido dada
por desaparecida en las costas de Virginia, donde se encontraba anclada.
La prensa gallega destacaba que no
era una boya cualquiera. “Mide 2,50 metros de diámetro, 3,20 de altura y 1,60
de lado, y está equipada con una baliza de paneles solares”, señalaba “La Voz
de Galicia”. Y añadía: “Tiene forma cilíndrica y color verde, y, además de las
placas solares, dispone de un compartimento para baterías”.
Sobre las circunstancias del
hallazgo y otros detalles, el diario coruñés indicaba que “la encontró a la
deriva un barco coruñés que la llevó al Puerto de La Coruña. Como en los
paneles solares se lee «Property of US Coast Guard», informó del hallazgo a
dicho organismo. La US Coast Guard identificó la boya como una que tenían
situada en la costa de Virginia y de cuya pérdida se percataron en abril del
pasado año, por lo que se supone que cruzó el Atlántico a la deriva desde
entonces”.
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