lunes, 14 de septiembre de 2015

EL EXALCALDE DE TEO FALLECIÓ A LOS 67 AÑOS

 
ARMANDO BLANCO
IN MEMORIAM
 

SU ENTIERRO “SE CONVIRTIÓ EN UNA MANIFESTACIÓN DE DOLOR NUNCA VISTA EN TEO POR EL NÚMERO DE ASISTENTES”, DESTACA “EL CORREO GALLEGO”
 
A PRINCIPIOS DE FEBRERO DEL AÑO 2007 VIAJÓ A PUERTO RICO, DONDE PRESIDIÓ UN ENCUENTRO INOLVIDABLE EN “EL MESÓN GALLEGO” CON LA COLECTIVIDAD ESPAÑOLA
 
Armando Blanco Martínez y su esposa, Evangelina Rey
 
              El titular utilizado por un periodista tan acreditado como Victor Furelos, del diario EL CORREO GALLEGO, da la idea exacta de lo que fue ayer por la tarde el entierro del exalcalde de Teo: “Cacheiras se colapsa para despedir a Armando Blanco”.  Y los dos subtítulos completaban la imagen de lo que fue un acontecimiento inédito en esta popular parroquia del área de Compostela: “El funeral del exalcalde y propietario de la Casa das Tortillas se convirtió en una manifestación de dolor nunca vista en Teo por el número de asistentes. Romay Beccaría y Alfonso Rueda dieron el pésame a la familia”.
           
            Ayer, domingo, el periódico de la capital de Galicia daba cuenta de la triste noticia con la crónica que firmaba Xoán M. Outeiro. Este era el texto:
 
“El exalcalde de Teo, Armando Urbano Blanco Martínez, falleció ayer tras una larga enfermedad que se agravó en los últimos meses. De carácter afable y abierto, Blanco nacía el 27 de abril de 1948 en Cacheiras, y deja viuda, Evangelina Rey, con quien tuvo tres hijas: Eva, María y Ana Blanco. Ostentó primero el cargo de edil en Teo entre 1987 y 1991, pasando luego a ser teniente de alcalde entre 1991 y 1995 y, siempre por el Partido Popular, mandatario local de forma ininterrumpida entre 1995 y 2007. Muy conocido, además, por su faceta de hostelero, regentó La Casa de las Tortillas en su localidad natal, además del hotel rústico Tía María en la parroquia teense de Bamonde. Se granjeó el cariño y la amistad de multitud de personas y colectivos por su simpatía y voluntad de ayudar al prójimo, lo que se tradujo en reconocimientos de instituciones y amigos de muy diversa índole.
 
Así, atesoró destacadas distinciones, como el Premio Nacional al Mérito Hostelero concedido, en su categoría de plata, por la Federación Española de Restaurantes, Cafeterías y Bares en 1998; Premio de Gastronomía de Galicia, otorgado el 24 de febrero de 2000, en Lalín; Premio Nacional de Gastronomía Plato de Oro de Madrid entregado el 24 de octubre de 2005; Encomenda Nacional Galo de Barcelos de Portugal entregado el 24 de octubre de 2005 en Maia-Oporto (Portugal); Diploma de Honor de la Feria Expogalaecia 2005 celebrada en Vigo y el Premio Nacional de Gastronomía Segundo Plato de Oro entregado el 27 de febrero de 2006 en Madrid. Del mismo modo, gozó de otras distinciones, como la Cruz al Mérito Policial, con distintivo blanco, y la primera Gran Cruz del Tercio de Gallegos, y fue presidente de honor del Centro Gallego de Puerto Rico; vicepresidente del Patronato de la Fundación Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla; de la Mancomunidad de la Comarca de Compostela y también ostentó la secretaría de la Asociación de Desarrollo Rural Sar-Ulla. Por otro lado, fue nombrado vicepresidente de la Fundación Amigos de Galicia y embajador de honor de los Comendadores de Radio Turismo de España. Otros reconocimientos destacados que reunió fueron, entre una larga lista, el de Doctor Honoris Causa en Desarrollo Social por la InterAmerican University de Nueva York; miembro de mérito de la Fundación Carlos III de Madrid; de la Orden de honra Tenedor de Oro de Galicia; socio de honor de la Casa de Galicia de Buenos Aires, del Centro Gallego de Madrid y del de Puerto Rico. El Concello de Teo decretó dos días de luto oficial”. 
 
Armando Blanco y su esposa viajaron por medio mundo

 
Por su parte, LA VOZ DE GALICIA resaltaba la condición de exalcalde del finado y su dedicación como empresario a la hostelería: “Fallece el exalcalde de Teo y hostelero Armando Blanco”, tituló, añadiendo, entre otros, los siguientes datos: “El Concello de Teo decretó dos días de luto (hoy y mañana) por el fallecimiento del exalcalde Armando Blanco Martínez. El popular hostelero, de 67 años, cedió a una enfermedad que lo tuvo apartado de la vida pública en los últimos tiempos. Padre de tres hijas, mientras la salud se lo permitió estuvo al frente de un negocio hostelero conocido por sus tortillas en Cacheiras, localidad en la que nació. En 1987 dio el salto a la política de la mano del Partido Popular, y durante sus mandatos el municipio metropolitano experimentó un espectacular crecimiento demográfico vinculado con el bum urbanístico. En el 2007 cedió el bastón de mando al actual alcalde de Santiago, Martiño Noriega, y ejerció de concejal en las filas de la oposición”.
 
Con Su Santidad el Papa Benedicto XVI en el Vaticano
 
Hoy, la crónica del sepelio del exalcalde, firmada por Victor Furelos en EL CORREO GALLEGO, es un fiel retrato de la personalidad de un hombre que llevó el nombre de Cacheiras y Teo por el mundo adelante y tuvo en el culto a la amistad y la generosidad las señas de identidad de su vida. He aquí el texto:
 
 
ARMANDO BLANCO
CRÓNICA DEL SEPELIO
 
Victor Furelos
 
Armando Blanco era una persona transparente. Amigo de sus amigos e incluso de sus enemigos, nunca regateó ningún esfuerzo para molestar a quien fuera si con ello podía hacer un favor. Atendía a todo el mundo sin importarle la hora. Su famosísima Casa das Tortillas, de la que su esposa Evangelina Rey es el corazón y él era la cabeza, se asemejaba por veces más a una oficina que a un establecimiento hostelero. Decir que era generoso es quedarse corto. Son muchos los que comieron invitados en su Casa das Tortillas de Cacheiras y muchos más los que recibieron algún tipo de ayuda sin pedir nada a cambio. Él era así. Sentaba en su mesa a cualquier conocido fuera de la condición que fuera y así reunía a veces a personas de alto nivel cultural, económico o social con personas de lo más humilde o a gente de ideologías diferentes. Era su filosofía de vida.
 
A los 67 años, Armando Blanco sucumbió a una traicionera enfermedad pero desde un rinconcito le gustaría ver como a su funeral acudieron personas de toda condición. El tanatorio fue un hervidero de gente. Un constante ir y venir de personas que sentían la ausencia de Armando Blanco como la de un familiar. Y a la hora del funeral Cacheiras se colapsó. No había donde aparcar y la iglesia se quedó minúscula para todos los que se acercaron a dar el último adiós a este irrepetible hostelero. Nunca se vio en Teo un funeral con tanta gente.
 
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no pudo acudir ya que ayer estaba participando en la campaña electoral catalana y hoy se desplaza a Italia, pero no se olvidó de Armando Blanco y envió un telegrama de condolencia a la familia. Tanto el velatorio como el funeral fue el fiel reflejo del abanico de amigos de los que podía presumir Armando Blanco. Políticos como el exministro y actual presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, o el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se codeaban en el tanatorio de Montouto con los vecinos de Cacheiras y con personas llegadas de todos los puntos de Galicia e incluso de otras comunidades autónomas. Porque esa personalidad arrolladora de Armando Blanco traspasó fronteras. Hace ya ocho años que abandonó la alcaldía de Teo pero en las redes sociales algunos criticaron ayer su paso por la política haciendo un alarde de falta de elegancia en momentos difíciles para la familia. Los hechos definen a cada uno. Siempre se acordarán de él muchos vecinos como el que ayer contaba que le había ardido la casa y el primero en llegar al lugar había sido Armando Blanco, ¡antes que los bomberos!, para ver si necesitaba algo.
 
Siempre tuvo facilidad para hacer amigos y su faceta política no fue una excepción tal y como se pudo comprobar ayer. En primer lugar hay que aplaudir al Ayuntamiento de Teo, con su alcalde, Rafael Sixto, a la cabeza, que además de acudir a dar el pésame a la familia reaccionó con agilidad para decretar dos días de luto oficial. Las ideologías quedaron aparcadas por una vez.
 
Entre los que acudieron al funeral también estaban el exconselleiro Xesús Palmou, miembros de la actual y de anteriores corporaciones de Teo, alcaldes como los populares Luis Oujo (Porto do Son), Andrés García Cardeso (A Baña), Manuel Taboada (O Pino) y José María Bello Maneiro (Valga) o el socialista José Luis García (Brión), a los que se sumaron el diputado y portavoz del PP de Noia, Santiago Freire, y exalcaldes como Xosé Antón Sánchez Bugallo y Agustín Hernández (Santiago), Odón Cobas (Vedra), Santiago Amor (Ames), Jesús Villamor (Padrón), José Blanco Pazos (Negreira), Antonio González Groveiro y Ramón Quintáns (Porto do Son), Miguel Pampín (Melide) o Manuel Velo (Boiro). Y a ellos hay que añadir figuras de otros ámbitos como el rector de la Universidade de Santiago, Juan Viaño; o el presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares.
 
Nadie quiso faltar para despedir a un Armando Blanco que deja un vacío irreemplazable”.
 
(EL CORREO GALLEGO)
 
Luciendo el símbolo de la Enxebre Orde da Vieira

 
El periodista Juan Salgado, que hace un mes abandonó, por jubilación, la subdirección de EL CORREO GALLEGO, conocía muy bien al fallecido y tuvo el detalle de escribir un artículo sobre la personalidad de Armando Blanco en las páginas de su periódico. Fue el primero en hacerlo. Las personas que le conocimos de cerca y, por ello, fuimos sus amigos, coincidimos con el querido compañero en resaltar su hombría de bien, su culto a la amistad y la tremenda generosidad que presidió su vida. Este es el texto.
 
ARMANDO BLANCO,
EL CULTO A LA AMISTAD
 
Juan Salgado
 
“Con la imprevisible y nefasta rapidez de la enfermedad que no avisa, se nos ha ido Armando Blanco, propietario de la conocida Casa de las Tortillas de Cacheiras –que supo convertir en continuado y excelso templo de la amistad– y concejal y alcalde de Teo durante largos años –con una gestión y maneras no siempre bien entendidas y que ahora mismo resultarían impropias en estos nuevos tiempos en los que importa más el parecer que el ser, la apariencia que la esencia, dominados por lo políticamente correcto–.
 
Sin embargo, en la trayectoria vital de Armando es imposible separar el ser de sus circunstancias, ya que cuanto hizo estuvo condicionado por una obstinada personalidad que hacía culto de la amistad y religión del favor prestado. Decenas de familias de Cacheiras pueden dar testimonio de cómo en ese ir y venir de las para él onerosas gratitudes que prodigaba a manos llenas se solucionaron muchos problemas y aspiraciones familiares de sus convecinos, del primer empleo al servicio militar. Una vecindad que le respondió, en líneas generales, aupándole a los destinos de la gobernanza local y aun para nutrir repetidamente con su masiva presencia partidista mítines, de AP al PP, a lo largo de toda la geografía gallega. Lástima que advenedizos desmemoriados propiciaran en los últimos tiempos y desde sus mismas filas la injusticia de faltar a la palabra dada y lo dejaran abandonado a su suerte en la cuneta de los valores amortizados.
 
Con el continuado foco hostil de una beligerante oposición alumbrándole y medios de comunicación en interesada connivencia, fue demonizado hasta por sus propios compañeros de partido, sumados al trilerismo de querer sacar oportunidad del sólo en apariencia muñeco de feria.
 
Pero no lograron apagar ni su peculiar idiosincrasia ni, mucho menos, un generoso corazón que no hacía distingos en su bonhomía entre afines o contrarios. Su casa fue tanto la de sus amigos como la de quienes solo lo fingían. A todos prodigó sus palabras francachonas y su más probada generosidad, incapaz de ponerse límites a su bondad, como reacio también era de pararse a distinguir, en su ingenuidad conscientemente militante, la paja del grano.
 
Si en lo profesional supo llevar la vieja casa de comidas familiar a la estima de decenas de generaciones y al propio reconocimiento de la misma BBC británica, es en lo personal donde su desbordante personalidad prevaleció sobre el personaje al saber granjearse el cariño de centenares de gentes de dentro y de fuera de su Cacheiras natal, que ahora lo despediremos con la amargura por el amigo ido.
 
Descanse en paz el bueno de Armando Blanco”.
 
(EL CORREO GALLEGO)
 
Con  el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, ante la catedral
 

LOS REALES TERCIOS
 
              En la última etapa de su vida, Armando Blanco llevó a cabo la organización en Galicia de los Reales Tercios, una asociación relacionada con la defensa de la institución monárquica, en la que llegó a ser general. EL CORREO GALLEGO daba cuenta así de los actos que se desarrollaron en Santiago de Compostela a finales de 2009, organizados personalmente con todo detalle por quien entonces ostentaba el mando de los Reales Tercios en Galicia:
 
“Cumbre de los Reales Tercios en Compostela. Tras la recepción en Raxoi, los participantes asistieron a misa en la Catedral y realizaron una ofrenda al Apóstol. La asociación aglutina a los defensores de la Corona. Intensa jornada la que vivieron ayer los integrantes de la Asociación Memorial Reales Tercios de España en Compostela. Invitados por el delegado general jefe del VIII Tercio Duques de Lugo, Armando Blanco, los participantes se encontraban en la praza do Obradoiro en torno a las 10.30 horas para, seguidamente, reunirse bajo los soportales del pazo de Raxoi. A continuación, el grupo era recibido en el Ayuntamiento por el propio alcalde de Santiago, Xosé A. Sánchez Bugallo. Ya a las 12 horas, el programa del segundo acto institucional que se organiza a través del mencionado ente fijaba una misa en la Catedral. Además de realizar una ofrenda al Apóstol Santiago a las puertas del Año Santo 2010, la asociación quiso contar con el botafumeiro durante la homilía. Poco después, en el Hostal de los Reyes Católicos, se procedió a entregar los nuevos ingresos, ascensos y menciones de honor. El colectivo se trasladaría a mediodía al Hotel Congreso para celebrar una comida de confraternidad”.
 
Con el cónsul general de España en Puerto Rico, Carlos Vinuesa Salto
 
EN PUERTO RICO
 
            Fue, precisamente, su labor al frente de los Reales Tercios en Galicia la que llevó a Armando Blanco a viajar a Puerto Rico, donde presidió una inolvidable velada en la que dio posesión de sus cargos a dos nuevos miembros de la asociación. Armando conoció así la Isla del Encanto acompañado de su esposa, Evangelina, con la que viajó a lugares como Moca, la capital del encaje de bolillos de Puerto Rico, donde a esta labor femenina le llaman mundillo. Residieron entonces en un apartamento de Isla Verde y disfrutaron de unos días en suelo borícua que nunca olvidó.
 
Con Maria del Pilar Barba, del Centro Gallego de Puerto Rico

 
"O tempo poñe a cada un no seu sitio"
 
Armando Urbano Blanco Martinez sirvió durante veinticuatro años al ayuntamiento de Teo y un dia reconoció, en una entrevista que le hicimos para EL CORREO GALLEGO, que “lo mas grande de mi vida fué ser alcalde de mi pueblo”. Y cuando le preguntamos por su frase o refrán favorito, dijo algo que ahora mismo tiene pleno sentido: “O tempo poñe a cada un no seu sitio”.
 
He aquí los textos de dos reportajes realizados para EL CORREO GALLEGO en dos momentos de su vida: el primero, cuando era alcalde de Teo; el segundo, lejos ya de las responsabilidades políticas, como un ciudadano más.
 
            “Hace tan sólo un par de semanas, al otro lado del mar, sus muchos y buenos amigos de las sociedades gallegas de Buenos Aires se lo rifaban para agasajarlo y corresponder a las atenciones que el siempre ha tenido y sigue teniendo con ellos, cuando viajan a Galicia. Otro tanto le sucedió en Montevideo, donde todo un ex-presidente de la República Oriental del Uruguay, el doctor Julio Maria Sanguinetti, le concedió el honor de recibirlo en su propia residencia. Claro que los ejemplos de este tipo son muy abundantes. Tampoco hace tanto que asistía, como invitado muy especial, a la toma de posesión del presidente de Venezuela, el bolivariano Hugo Chávez. Pero nada de esto extrañará a quien conozca un poco al alcalde del ayuntamiento de Teo, cuya generosidad y capacidad para hacer amigos en todos los sectores son características bien conocidas de su personalidad.
 
            Cada año, cuando la Enxebre Orde da Vieira celebra su capítulo ordinario en Madrid, él, Armando Blanco Martinez, aparece siempre con un regalo tan dulce como apreciado por los centenares de asistentes de medio mundo a la reunión: cien tartas de Santiago, cien, que los comensales despachan con gran satisfacción a la hora de los postres. Por todo ello, tampoco debe sorprender a nadie que el regidor teense cuente, a título personal, con un montón de reconocimientos y pertenezca a un buen número de asociaciones: Enxebre Orde da Vieira, Fundación O Grelo, Orde de Caballeros y Damas del Camino de Santiago, Cabaleiros da Pedra Moura, Serenísima Orde da Alquitara de Portomarín... “Gracias a Dios -dice- y a nuestro Apostol Santiago, estoy contentísimo de tener tantos y tan buenos amigos en todas partes. A lo largo de los años -agrega- he hecho lo posible por tenerlos y cuidarlos, porque considero que los amigos son más importantes que el dinero y todo lo demás. Ya dice la Biblia que los amigos son el mayor tesoro, ¿no? Bien se nota en esos momentos dificiles que todos tenemos, cuando los ves pendientes de ti, apoyándote y animándote. Eso es algo grande”, confiesa el alcalde, que en varias ocasiones aludirá también a la importancia de la familia en su vida. “Nada hubiera sido igual -señala- sin los treinta y tres años de matrimonio con mi esposa y el apoyo de mis hijas, mi madre Generosa, mi hermano Luciano, mis tias, mi suegra...”.
 
Con amigos en una cena de la Enxebre Orde da Vieira
 
            Nació en la misma vivienda donde reside hoy, que era la casa de comidas de los abuelos. Sus padres tenían una carniceria enfrente y en aquellos difíciles años cincuenta trabajaron mucho por sacar la familia adelante. Tanto el como su hermano también ayudaron lo suyo, después de pasar por la escuela de don Luis y doña Maruja y hasta que formó su propia familia propia con Evangelina Rey Carril, a quien conoció muy joven en el cine de Balcaide, uno de los tres que había entonces en Calo. Cuatro años después, recien cumplidos los veinte, contraían matrimonio y comenzaban a llegar las hijas: Eva, licenciada en Farmacia; Maria, administrativa; y Ana Maria, directora de un salón de belleza. El tiene un único hermano, Luciano, dueño del Hotel Congreso, al que se refiere con cariño en varios momentos de la charla. Ella tiene siete -Jesús, Maria del Carmen, Tino, José Manuel, Emilio, Manolo y Loli-, cuyos nombres pronuncia con emoción.
 
            Nada más casarse, el matrimonio afrontó la reforma de la casa de comidas familiar, donde la abuela Pepa preparaba como nadie los callos, la carne asada, el hígado encebollado y, sobre todo, la empanada de pichones. La carniceria proporcionaba la mejor materia prima y el tio Roberto atendia la barra, mientras los comensales degustaban el menú en una larga mesa corrida. Habia que modernizar un poco aquello y con un crédito del Banco de Bilbao adquirieron la cocina y el lavavajillas que necesitaban. Fué a partir de entonces cuando se empezó a hablar más que nunca en Santiago de Compostela de las famosas tortillas de Cacheiras. La gente empezó a acudir en masa a “La casa de las tortillas” de Armando y Eva, atraidos también por la simpatia de los anfitriones, que durante años no dispusieron de un domingo ni un festivo libres.
 
            Lleva quince años en el mundo de la política, al que accedió de la mano del entonces alcalde independiente Ignacio Varela Eiras, al que recuerda con gran cariño. Con el estuvo ocho años de teniente de alcalde. Luego ganó las elecciones municipales, dos veces consecutivas, como candidato del Partido Popular. Y en la alcaldia sigue, iniciando cada jornada -indica- “con la idea de hacer bien a todo el mundo, especialmente a los que más lo necesitan”. No le arredran las dificultades y, por ejemplo, el hecho de que su sobrina sea concejal de otro partido, el socialista, le lleva a decir que ello no presenta ningún problema, ya que se llevan de maravilla, se respetan políticamente y el afecto familiar no interfiere para nada. ¿Comprenden ahora por qué tiene tantos amigos?”.
 
“Dedicó veinticuatro años de su vida al ayuntamiento de Teo, los cuatro primeros como concejal, formando parte del equipo del recordado alcalde Ignacio Varela, farmacéutico de la localidad; después, cuatro de teniente de alcalde, doce de alcalde y, finalmente, cuatro de concejal. En las últimas elecciones municipales ya no se presentó, con lo que ya no es un politico en activo, aunque sí un ciudadano que sigue la vida política de cerca y que no pierde la esperanza, dice, de poder volver a servir a sus vecinos.
 
Armando Blanco Martinez trabajaba como carnicero y llevando con su esposa, Evangelina, el popular restaurante familiar “La casa de las tortillas”, de Cacheiras, cuando le llamó Don Ignacio. Así es como se refiere siempre, con respeto, a quien fué alcalde y farmacéutico de Teo durante años. “Don Ignacio me llamó –recuerda- porque siempre me dediqué a hacer cosas por mi pueblo y a cultivar la amistad. Yo no era un desconocido. Habia sido presidente de la Sociedad de Cazadores de Teo, de la Comisión de Fiestas… Siempre doy gracias a Dios por tener tantos amigos, que siguen a mi lado y haciéndome reconocimientos, ahora que ya no tengo ningún cargo publico.”
 
Y es que Armando ha sido el alcalde mas laureado de España. Ningún otro llegó a poseer, se ha dicho, tal cantidad de reconocimientos, homenajes, distinciones, placas, diplomas, pergaminos, medallas, honores y demás. Hasta tiene su pasodoble, que se llama “Cacheiras”, obra del maestro Manuel Muñiz. Ya no le quedan paredes para colgar tanto cuadro y muchos se amontonan en una esquina de la barra de su establecimiento, esperando un hueco. Entre ellos figuran algunas de las últimas distinciones recibidas, como la medalla de plata al mérito europeo, el premio Ciudad de Córdoba, la encomienda de la Asociación de Suboficiales Duque de Ahumada, la medalla Pedro Ernesto de la Cámara Municipal de Rio de Janeiro… La lista es larga.
 
Tener tantos amigos y un corazón tan generoso le obliga a viajar casi todas las semanas, aunque los mas cercanos le aconsejen que se preocupe mas de el mismo y de los suyos. El reconoce que debe cuidarse mas, sobre todo desde que tuvo que pasar por el quirófano. Por eso hace tiempo que no viaja a las Américas, sobre todo Argentina y Uruguay, donde le aprecian tanto. Bastante tiene con llevar la jefatura de los Reales Tercios en Galicia y de participar en las actividades de la Orden do Camiño de Santiago, la Fundación Amigos de Galicia y otras organizaciones a las que pertenece.
 
De lo que está orgulloso es de su condición de abuelo. Lía, Ada y Nicolás, a los que ve todos los dias, lo tienen loco de contento. Con ellos, sus tres hijas y sus maridos y, por descontado, con su esposa, Evangelina, alma del restaurante y un ser fundamental en su vida, se dispone a celebrar las fiestas navideñas. Se ha hecho con un pavo de treinta y tantos quilos –algo impresionante, dice- y piensa prepararlo personalmente. Y un detalle: en la Nochebuena siempre invita a algún vecino que viva solo y quiera acompañarles.
 
Ya no canta villancicos, pero los cantó cuando era mas joven, recuerda, y formó parte de aquellas comparsas que anunciaban la Navidad, el Año Nuevo y los Reyes. No añora la vida de alcalde, aunque sí, reconoce, la posibilidad que el cargo le daba de poder hacer cosas buenas por sus vecinos. “Lo más grande de mi vida –afirma- fué ser alcalde de mi pueblo”.
 
Armando e Xosé-Luís Blanco en Puerto Rico (Febreiro, 2007)
 
Recibindo de Manolo Rieiro unha condecoración do Brasil
 
Armando Urbano Blanco Martínez D.E.P.

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