EL CARDENAL APONTE
DESCANSA YA EN UNA CRIPTA
DE LA CATEDRAL DE SAN JUAN
FUÉ EL PRIMER CARDENAL NACIDO EN PUERTO RICO, POR LO QUE ERA TAMBIÉN CONOCIDO COMO EL CARDENAL JÍBARO
FUÉ ÉL QUIEN PIDIÓ AL PAPA PABLO VI QUE DESIGNARA PATRONA DE PUERTO RICO A LA VIRGEN DE LA DIVINA PROVIDENCIA
DESCANSA PARA SIEMPRE JUNTO AL PRIMER OBISPO DE LA ISLA, EL PALENTINO ALONSO MANSO, Y EL PRIMER PUERTORRIQUEÑO OBISPO, JUAN ALEJO DE ARIZMENDI
EL PAPA Y EL SECRETARIO DE ESTADO ENVIARON MENSAJES DE CONDOLENCIA, QUE FUERON LEIDOS POR EL NUNCIO APOSTÓLICO
Monseñor Guijarro, Monseñor Cummins y el Señor Arzobispo
UN SOBRINO DEL FALLECIDO, ROBERTO APONTE, DIJO QUE EL CARDENAL LES ENCOMENDÓ QUE LUCHARAN POR LA UNIDAD DE LA IGLESIA EN PUERTO RICO
COMO YA CONTAMOS, HACE TAN SÓLO CINCO MESES QUE HABLÁBAMOS CON SU EMINENCIA SOBRE EL ORIGEN GALLEGO DE SU APELLIDO, UN TEMA QUE YA CONOCÍA MUY BIEN
El Arzobispo de San Juan con el Cardenal Amigo, el Gobernador y Señora
y el Juez Presidente del Tribunal Supremo de Puerto Rico y Señora
COINCIDENCIA: EL CARDENAL CARLOS AMIGO VALLEJO ES FRANCISCANO, AL IGUAL QUE EL ARZOBISPO DE SAN JUAN, MONSEÑOR ROBERTO OCTAVIO GONZÁLEZ NIEVES
Un jíbaro de la montaña vela al llamado Cardenal Jíbaro
Los restos mortales del cardenal Luis Aponte Martinez, primer puertorriqueño, y único hasta ahora, que ostentó esta dignidad, descansan ya desde la tarde de ayer, noche en España, en una cripta de la Catedral de San Juan, que fue la suya en sus días de arzobispo. Dos horas y media duraron las exequias, presididas por el Cardenal Carlos Amigo Vallejo, arzobispo emérito de Sevilla, y transmitidas en directo por tres canales de televisión, el público, que es el 6; el 2, privado, Telemundo; y el 13, el canal de la familia, que es el de la Iglesia Católica.
Bien puede decirse que el todo Puerto Rico estaba en la catedral metropolitana, dado que allí, en el Viejo San Juan, se encontraban el gobernador Luis Fortuño y su esposa, Lucé Vela; ex gobernadores como Sila Maria Calderón y Carlos Romero Barceló, la viuda del gobernador Luis A. Ferré, fundador del Partido Nuevo Progresista; el presidente del Tribunal Supremo, Federico Hernández Denton; el candidato a gobernador por el Partido Popular Democrático, Alejandro Garcia Padilla; miembros del Senado y de la Cámara de Representantes; secretarios del gobierno, que equivalen a los consejeros de las Comunidades Autónomas españolas; alcaldes… y los fieles que lograron entrar en el templo, que, por supuesto, no fueron todos. Por ello se instaló una gran pantalla en el exterior de la catedral.
Además, junto a los hermanos y familiares del llamado Cardenal Jíbaro, por su puertorriqueñeidad, llegados tanto de diversos lugares de la isla como del continente, asistieron el nuncio apostólico de Su Santidad, Joseph Wesolowski, todos los obispos de Puerto Rico; el auxiliar de Brooklyn, New York, Octavio Cisneros; monseñores, sacerdotes, diáconos –hay varios en cada parroquia-, e incluso representantes de otras confesiones religiosas, como el obispo de la iglesia Luterana, Felipe Lozada.
A la hora de la homilía, el Cardenal Amigo, cuyo don para la oratoria es bien conocido, llegó hasta a arrancar el aplauso de los fieles. "Mi querido y venerado señor Cardenal –señaló-, fíjate que equivocación, dice la gente que estás muerto. ¡Qué equivocación! Descansas en paz". Y en otro momento se refirió a la patrona de la isla, de la que tan devoto era el Cardenal Jíbaro: ”La Virgen de la Providencia, patrona de Puerto Rico, llora también por su hijo”, dijo el cardenal Amigo, quien indicó que, en todo caso, "en este momento triste, nuestra fe nos conforta".
Pasaba un minuto de las cinco y media de la tarde, once y media de la noche en España, cuando finalizaba la misa exequial y, diez minutos después, el Cardenal Aponte descansaba para siempre en una cripta construída para el en el interior de una catedral, la de San Juan, que guarda también los restos mortales del primer obispo de la isla, el palentino Alonso Manso, nombrado por el Papa Julio II en 1511, y del obispo Juan Alejo de Arizmendi, sanjuanero de nacimiento, que fue el primer puertorriqueño que accedió al orden episcopal, en el año 1814.
El cardenal Aponte Martínez falleció el pasado martes, a los 89 años, el mismo dia que celebraba 62 años de sacerdocio. Desde entonces, ha sido velado y homenajeado en varios lugares de la isla, que fueron referentes en su vida, como su ciudad natal de Lajas, que en su honor es denominada Ciudad Cardenalicia. Los equipos de los deportes populares, como el beisbol, se llaman Los Cardenales.
A la izquierda de la fotografia, Monseñor Mario Guijarro
MONSEÑOR GUIJARRO
Cuando conocimos al Cardenal Aponte, en la residencia del Cónsul General de España, con motivo del Dia de la Hispanidad, quien estaba a su lado, pendiente de él en todo momento, dada su avanzada edad, era Monseñor Guijarro.
Luego, en diversas ocasiones, pudimos comprobar la profunda admiración que Monseñor Guijarro sentía por el primer Cardenal de Puerto Rico y cómo se preocupaba de su cuidado. Eso sí, como quien no quiere la cosa, con total diplomacia, que para algo es el capellán del Cuerpo Diplomático o Consular en Puerto Rico.
No nos extraña, por lo tanto, que ayer por la tarde, a la hora de dar las gracias, el sobrino del Cardenal dejase caer justamente un agradecimiento “a Monseñor Mario”, que estuvo muy cerca del féretro en todos los momentos, aunque siempre en una discreta segunda fila, como pudimos comprobar en la transmisión televisiva. El sobrino de Su Eminencia no ofreció más datos, pero la mención de su nombre desde el púlpito y en un momento tan importante, es la mejor prueba del reconocimiento de la familia y la vinculación de Monseñor Guijarro con Su Eminencia.
Destacamos este detalle porque Monseñor se lo merece. Lo sabemos muy bien. Porque Don Mario Guijarro del Corzo, o Monseñor Guijarro, como quieran, es nuestro párroco, el rector de la Iglesia de San Pedro Mártir, de la ciudad de Guaynabo. Tiene una organización en su parroquia que no merece mas que plácemes y ha logrado configurar un equipo de colaboradores seglares digno de ser imitado. Por todo ello y por su personalidad, sin duda, en las misas dominicales suele haber problemas de espacio en su iglesia.
(Fotos EL NUEVO DIA y PRIMERA HORA)
(Fotos EL NUEVO DIA y PRIMERA HORA)
Con S.S. el Papa Pablo VI
Con S.S. el Papa Juan Pablo II
Recibiendo una alta condecoración española,
la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica
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