sábado, 18 de enero de 2014

EL RESTAURANTE CUBANO MAS FAMOSO DEL MUNDO

 
GALICIAN WHITE BEAN SOUP,
EL CALDO GALLEGO DE MIAMI
 

 
         En la famosa Calle Ocho del South West de Miami está el “Versailles”, que se presenta como “the world’s most famous cuban restaurant”. Lo fundó en 1971 el santiaguero Felipe Valls, que llegó a Estados Unidos con lo puesto, como todos los que lograron salir entonces de la isla. Pero pronto empezó a destacar por sus dotes de empresario, que, por otra parte, pese a su juventud, ya había puesto de manifiesto en Santiago de Cuba, hasta que el régimen comunista lo desposeyó de todo. Hoy cuenta en La Florida con todo un imperio gastronómico, que incluye referentes tan conocidos como La Carreta y Casa Juancho, ambos también situados en la Calle Ocho y el primero con varias sucursales, una de ellas en el Aeropuerto Internacional de Miami.
 
La rica comida cubana del Versailles de Miami


            El “Versailles” es mucho mas que un restaurante, por lo que su trayectoria significa con respecto a la situación de falta de libertades en Cuba. De el se ha dicho que es el centro neurálgico del exilio cubano, baluarte de la sabrosa cocina criolla y visita obligada para políticos y artistas que se acercan a dejarse ver y saborear los platos de la amplia carta, su cafecito bien cargado, sus cortaditos y sus ricos pasteles de guayaba. Candidatos a la presidencia de la nación como Mitt Romney o John McCain probaron aquí el lechón asado, la ropa vieja, el rabo encendido y el ajiaco, al igual que varios presidentes, como Ronald Regan, George W. Bush y Bill Clinton.
 
Felipe Valls en el entierro de la gran Olga Guillot

 
            Es digno de destacar que, pese a las dimensiones del restaurante, el servicio es rápido y profesional. Y que llama la atención la relación calidad-precio de los platos, si comparamos con los precios españoles. Una excelente y completa zarzuela de pescados y mariscos, con langosta incluida, costaba la semana pasada poco más de veinte dólares. Eso sí, con referencia a la carta de vinos, se echa mucho en falta alguna marca de nuestro maravilloso albariño, que hoy está presente, como es bien sabido, en los mejores restaurantes de los Estados Unidos.
 
Luto por Laura Pollán, fundadora de las Damas de Blanco

 
            Lo curioso para el viajero gallego que recala en el “Versailles” es encontrar en su carta, al lado de platos tan cubanos como la vaca frita, la palomilla, el tasajo, el boliche o las mariquitas… ¡caldo gallego! Bueno, como la carta está en inglés, se le llama Galician White Bean Soup, pero es lo que en el Caribe llaman Caldo Gallego, que no es un invento de Galicia, sino de Cuba. Más que caldo, es un potaje, hecho con los ingredientes del caldo y el cocido juntos y, por supuesto, en el que no falta el “unto”. Sin duda, fueron las costumbres gastronómicas de los emigrantes gallegos en la Perla del Caribe quienes inspiraron este plato, que ya forma parte también de la cocina popular puertorriqueña. Incluso se puede adquirir en lata. Aunque parezca mentira, uno de los mayores centros de producción de caldo enlatado es Chicago.
 
Detalle gallego de la carta del Versailles

 
            Como es sabido, de Cuba, en sus buenos tiempos, nos vino la idea de la Real Academia Galega, el Himno y la bandera, además de muchos recursos para levantar escuelas en Galicia y ayudar a tantas familias necesitadas. Poetas ilustres, como Manuel Curros Enriquez, en Cuba vivieron y murieron. El magnífico edificio del Centro Gallego de La Habana es el mejor testigo de lo que Cuba fue y de la importancia que tuvo la colectividad gallega.
 
La sabrosa ropa vieja cubana
 
Mariquitas
 
Vaca frita
 

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