DON MANUEL, SIEMPRE
EN NUESTRO CORAZÓN
Y EN LA HISTORIA
Doctor Honoris Causa por la Universidad de La Trobe, Australia
ARTÍCULO-CARTA, AL ESTILO DEL MAESTRO AUGUSTO ASSÍA, DEL ILUSTRE DOCTOR, CATEDRÁTICO DE DERECHO CIVIL DE LA UNIVERSIDADE DE A CORUÑA
Pronunciando le lección inaugural de un curso académico en Vigo
Benquerido Xosé Luis:
Desde luego, siempre en el blog está presente no sólo tu extraordinaria categoría profesional sino en este caso el cariño que sientes por D. Manuel, a quien, en estos momentos de tanto pesar, es justo reconocer la intensa dedicación de servicio público a lo largo de un dilatado período de tiempo, con escrupulosa honestidad en el manejo del dinero público, que, como tú escribiste, bien lo aprendió de pequeño en Villalba de la mano de su padre el alcalde, aún por poco tiempo, pero en época crucial, Fraga Bello; de la hermana de éste, su tía Amadora, y de la voluntad de hierro de su madre, María Iribarne.
De la muerte de ambos, fallecidos en torno a los 80 años, relata en sus Memorias el verdadero y profundo sentimiento de todo el pueblo, como ahora, y la clara conciencia, al morir un padre, que queda uno en primera fila, en el gran drama de la vida y la muerte y cuando falleció su madre, mujer fuerte, del Antiguo Testamento, en lo que toca a los grandes principios, concluye que para sus hijos era el final de una época, terminando su referencia sabiendo que los espera en lo alto y que las muertes de los justos levantan el ánimo, habiendo de morir después de vivir una vida justificable.
Hablaba con ella todos los días, estuviese donde estuviese. Al igual que después hizo con sus hijos y nietos. Dejó escrito también que siempre contó como principios básicos en su vida aquellos inculcados en su niñez por ambos, modestos emigrantes (colectivo que, bien lo sabes, tanto lo admiraba), quienes le recordaban, predicando con el ejemplo, que no había más camino que el trabajo organizado y exigido, la vida seria y la lucha por un triunfo que sólo es válido dentro de reglas morales respetadas. A ello se ha aplicado sin reservas, asumiendo la frase que Don Quijote le dice a Sancho Panza: "Podrán los encantadores hurtarme la ventura, mas el esfuerzo y el ánimo, imposible".
Su visión de futuro se resume en el título de su último libro, El Estado Autonómico, en que tuve el honor de colaborar, publicado en 2009 por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, donde desarrolla, con gran lucidez, la necesidad de adaptar el modelo de Estado creado en 1978 a la situación actual de España, habiendo comenzado su inmensa producción bibliográfica, como bien recogiste, con la traducción del latín, siendo estudiante, en cuatro volúmenes, del tratado La Justicia y el Derecho del padre Molina y, recién licenciado, sobre la acción de jactancia, citado, nada menos, que por el catedrático de derecho civil y presidente del Tribunal Supremo, Castán Tobeñas, que se presentó, con las pruebas de imprenta, en su pensión de estudiante para conocerlo.
Al margen de una continuidad interna, debida a una serie de principios éticos, y también a un carácter dispuesto a profesar sus ideas y a defenderlas con honradez, dando siempre buena cuenta de los caudales públicos que se le confiaron, grandísima preparación intelectual y vastísima cultura, exigente, primero consigo mismo, nos ha dejado una persona entrañable sobre todo fuera de las cámaras, generoso en el consejo y con grandes valores humanos y sentimentales para quien “no le era ajeno nada de lo humano”. Lo dijo en la Iglesia de Perbes la nieta a la que vio crecer y a la que llamaba “angelito”, cuyas sentidas palabras agradeciendo las innumerables muestras de cariño, terminó, lo que tantos suscribimos, y que a tí desde la distancia geográfica te traslado, con “siempre en mi corazón y siempre en nuestra historia”.
Prof. Dr. D. Domingo Bello Janeiro
Catedrático de Derecho Civil
Facultad de Derecho
Universidad de La Coruña
Manuel Fraga y Domingo Bello Janeiro con el traje académico de doctores en Derecho
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